María Teresa Guzman Monroy

María Teresa Guzman Monroy

(1947 - 2025)

Con profundo amor y gratitud por su vida, celebramos la memoria de María Teresa Guzmán Monroy, quien nació el 30 de septiembre de 1947 en Araro, Michoacán, México, y trascendió serenamente a la vida eterna el 15 de julio de 2025 a las 9:15 p.m., rodeada del amor de su familia: hijos, nietos, bisnietos, yerno y nueras.

Hija de Dolores Pérez y Arnulfo Monroy, María Teresa fue una de las hijas mayores y un gran pilar para su familia desde temprana edad. Sus hermanos la veían no solo como una hermana, sino también como una segunda madre: compasiva, paciente y amorosa.

A los 19 años unió su vida a Rogelio Guzmán, con quien formó una hermosa familia y tuvo cinco hijos: tres varones y dos mujeres. Vivió la mayor parte de su vida en Araro, donde cultivó un hogar lleno de amor y valores.

En el año 2006, María Teresa se estableció en Watsonville, California, donde se reunió con su madre, hermanos, hijos, nietos y bisnietos. Esta ciudad se convirtió en su segundo hogar, un lugar donde disfrutaba caminar libremente, visitar sus lugares favoritos como “Jack in the Box”, y compartir tiempo de calidad con su familia.

Conocida con cariño como "Mojis" por sus nietos, fue un pilar fundamental en su crianza y desarrollo. Cada uno de ellos guardan en su corazón memorias entrañables y anécdotas que reflejan su ternura, sabiduría y buen humor. Vivió una vida sencilla, pero profundamente plena, fundamentada en el amor, el respeto y la alegría de compartir.

María Teresa convirtió su casa en un verdadero hogar, donde cada visitante era recibido con los brazos abiertos. Disfrutaba de los placeres simples de la vida: un buen platillo, su música favorita, cantar, reír con un buen chiste y, sobre todo, convivir con sus seres queridos.

Formó parte de una gran familia, con 8 hermanos, 5 hijos, 13 nietos y 10 bisnietos. Su legado no se mide en posesiones materiales, sino en los valores que sembró: humildad, generosidad, paciencia, amor incondicional y una alegría contagiosa. Su sentido del humor reservado pero entrañable la hacía única y especial. Siempre estuvo dispuesta a ser cómplice de las travesuras de sus nietos, mostrando su amor a través de risas, consejos y comprensión.

Hoy nos deja un ejemplo de vida basado en la bondad y el amor. Aunque su presencia física nos hará falta cada día, nos consuela saber que algún día volveremos a reunirnos con ella para celebrar juntos en la eternidad.

Servicios fúnebres:

El velorio se llevará a cabo el 24 de julio de 2025, de 5:00 p.m. a 9:00 p.m., en la Ave Maria Memorial Chapel. El rosario será a las 7:00 p.m. del mismo día. La misa funeral se celebrará el 25 de julio a las 10:00 a.m., seguida del sepelio a las 11:00 a.m. en el Valley Public Cemetery.